lunes, abril 23, 2007


¿Quien Me ha Robado El mes de Abril?


42 años no suelen ser suficientes para matar una utopía; 4 décadas no son más de un instante en el reloj de la historia, pero han resultado ser demasiados para soportar en nuestro trajinar maldito hacia un estado zombico en cuanto a la patria se refiere. Luego de ver como en nuestras escuelas esta desvirtuado el significado de la gesta, como nuestros universitarios no conocen ni lo básico, como aquellos que tomaron las armas para reprimir al pueblo han seguido siendo “tutumpotes” igual que siempre, mientras que aquellos que la tomaron para defenderlo se pierden en el más absoluto olvido regados en algún grupúsculo comunista por ahí, o pululando entre nosotros como desconocidos; me invade la cabeza esa nostalgia vendita, salpicada por una admiración completa y sobretodo un sentimiento de lastima por lo que hoy somos.

Parece hoy un cuento de hadas sacado de la mente de Walt Disney el acontecimiento del abril glorioso, resulta increíble para mi generación imaginar civiles, militares, estudiantes, mujeres, jóvenes, obreros, ricos y pobres; negros y blancos lanzados a las calles defendiendo lo que sentían que se les había despojado; es una imagen impensable en nuestra sociedad individualista; se nos ha escapado de la mente la intención de mejorar la vida de la colectividad, definitivamente perdimos la capacidad de sentir el dolor ajeno.

Entre los herederos del trujillato, los traidores de la revolución, los sectores de poder de siempre y los intereses extranjeros, fueron poco a poco matando lo que nos quedaba de abril, fueron encargándose de que septiembre viviera por siempre, de que el golpe artero se impusiera a la voluntad popular y sobretodo de que ese estallido de la patria no volviera a aparecer más que talvez de manera esporádica en esta media isla. Ellos que se han erigido en ley, batuta y constitución; nos han hecho creer que abril fracasó, nos han hecho ignorantes a su imagen y semejanza y han creado esta caricatura de democracia con la que nos mantienen sumisos a sus ordenes y designios.

Si a Sabina le robaron su abril, que nos han dejado a nosotros que nos han robado hasta el alma y el deseo de progresar; que se nos llevaron la vida en el desembarco de los infantes norteamericanos, que no nos dejan entrar a la cuidad nueva de los ideales y que todavía nos mantienen en permanente operación limpieza contra la conciencia nacional. Al menos yo se quien me robo mi abril glorioso, quien se llevo lo que fuimos y no hemos vuelto a ser, quien se encargo de cambiar el maestro que quería a su pueblo, por el doctor que lo utilizaba.

A esos compañeros, hermanos y héroes que pusieron lo que tenían y lo que eran al servicio de los demás, que entregaron su vida por lo que creían que era correcto; a esos militares que como nunca se identificaron con la gente, que como nunca se parecieron a los próceres de febrero, a aquellos que sin tomar en cuenta que luchaban contra el imperio reenfrentaron hasta con sus puños contra fusiles; a esos patriotas, solo les puedo brindar una oración humilde, para que el señor ilumine nuestro entendimiento y podemos en algún momento alcanzar a ver la dimensión real de esta hazaña.

De consuelo me queda la esperanza de que a cada otoño le llega su primavera y que aún cuando nuestro otoño largo empezó en el 63 y solo logramos pausarlo por unos cuantos meses en el 65, nuestra primavera eterna llegará en algún momento con un abril distinto, esta vez quizá sin fusiles, pero de seguro siempre con las mismas ideas.