jueves, febrero 15, 2007

Inspiración

La noche cómplice me arrulla con su velo embriagador
Estrellas blancas me iluminan con un aire de pasión
La casa inmóvil me contempla con furor
Y el lápiz fluye mientras oigo esa canción

El alimento del alma vuelve a mí
Palabras nacen y me quitan lo infeliz
¡Afortunado soy hoy que puedo sentir!
La tinta influye y forma su melodía febril

Hoy todo brilla con su propia luz azul
Mis penas huyen como terciopelo y tul
Y me voy lejos donde nunca llega el bus
La sinfonía de mi alma esta en su tono
¡Ya puedo nueva vez disfrutar de ese tesoro!

¡OH tu que llegas de repente como lluvia!
¡Que grande eres porque quitas mis penurias!
Y me permites ser Yo cada momento
Sin importar de qué color sea tú recuerdo

Este es el clímax final de mi universo
La paz perfecta frente a todos mis tropiezos
El punto excelso donde yo venzo mis miedos
Siempre el antídoto de todos los venenos

No existe muerte que mate el sentimiento
No existe vida que no tenga sus tormentos
No hay alegría eterna, ni hay amor perfecto
Mas eres tú quien me recuerdas lo que quiero

Cuando te pierdo siento que perdí la vida
Pero te encuentro al doblar de alguna esquina
Entre el silencio o sentado en la avenida
Y Al escaparme un vez más de la rutina

Hay que perderte para saber que significas
Hay que encontrarte para entender lo que es la vida
Hay que sentirte para saber como iluminas
Hay que vivirte para creer como dominas

No importa detrás de que musa estés escondida
No importa si a veces pienso una vez más que estas pérdida
No importa si otras tantas te me vas quedando corta
Pero al final terminaras tú siendo mi única norma