Un discurso, sin discurso

El Ciudadano presidente de la república al fin presento su tan esperada comparecencia en televisión nacional en la noche de ayer. Las expectativas de sus pronunciamientos rápidamente se elevaron dentro de una población ávida de conocer cual sería el destino de la tan cacareada reforma fiscal que desde hace unas semanas se viene discutiendo en el seno del Gobierno central y también porque no, esta misma discusión se había transmitido a la opinión pública, a los medios de comunicación de masas y en fin a la sociedad en sentido general. Anoche la gente esperaba saber que medidas de ahorro interno va a tomar en ejecutivo para reducir su abultada nomina, sus excesivos gastos de representación y su nivel jamás visto de gasto corriente. Además el pueblo quería conocer cual será el destino de los megaproyectos y las obras públicas grandes que construye el gobierno en estos momentos.

Contrario a las expectativas de mayoría el discurso de anoche fue un recordatorio del gobierno pasado; fue además un intento del Orador de burlarse una vez más de la inteligencia de las masas utilizando cifras y números bastante bien acomodados a favor de los intereses del gobierno; una vez más Leonel parecía más un profesor dándole clases a un grupo de niños de pre-primaria que un presidente explicándole a su pueblo una situación difícil y de posibles dimensiones devastadoras que se avecina. Anoche no se especificó, en que renglones se piensa fundamentar la reducción de 17,500 millones de pesos que hará el gobierno, la realidad es que esa reducción será el producto de quitarle el subsidio al Gas propano y la electricidad; mientras tanto el gobierno seguirá entregándole un cheque en blanco a Diandino y su gente para que el metro continúe a paso de vencedores y sin que su presupuesto sufra los embates del cinturón que se piensa apretar el gobierno.

Siento mucho que en nuestro país no exista oposición política real con capacidad moral para capitalizar a favor del pueblo los errores de esta administración, porque la realidad es que también los partidos opositores son culpables en inicio de la situación calamitosa que estamos viviendo, ahora bien, siento más todavía que el gobierno que elegimos para que resolviera esos problemas insista tanto en culpar de todo lo que pasa al fantasma de Hipólito y sus demonios del PPH, como si en el PLD fueran simplemente victimas que se limitan a llorar por el ciclón pasado. Lo cierto es que esa cantaleta de invocación demoníaca al gobierno anterior cada vez es menos agradable al oído y aumenta el descontento de una buena parte de la población que ya esta harta de excusas y que espera que se canalice la resolución de los problemas más urgentes de nuestro país.

En conclusión el gobierno sigue demostrando que vive a la defensiva, corriéndole a los costos políticos de sus acciones, de nueva cuenta el PLD demuestra tener un estilo irresponsable de gobernar, culpando de todo al pasado y careciendo de capacidad para tan siquiera reconocer que no han hecho lo correcto para encausar el país al desarrollo. Realmente vale destacar que un gobierno que habla tanto de visión de futuro y de modernización insiste tanto en justificarse sus propios errores, en los fallos del pasado, demostrando una vez más que Leonel, más que un hombre que mira al futuro, es un político que se mantiene en el poder en base a meterle a la gente el cuco de 4 años negros y no fundamentado en un ejercicio modernizador y reformador de la estructura del estado. La gente que esté atenta a los palos que vienen y el Gobierno que se prepare porque a partir de ayer, no le quedará la excusa del pasado para justificar el porque teniendo la mayoría congresional, municipal y siendo los supuestos representantes del cambio tienen un gobierno que se fundamenta en la mentira, el engaño y la irresponsabilidad.